Obiectus

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La palabra objeto proviene del latín: obiectus. Formada por el prefijo ob: delante, sobre, encima; y el verbo iacere: lanzar, arrojar. El obiectus es algo que se nos pone enfrente (ob) para que nos lancemos a alcanzarlo

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Tácito, Pompeyo, Plutarco y Rulfo.

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En “Pequeños Tratados” Pascal Quignard escribe acerca de la palabra Objeto

¿Qué quiere decir la palabra objeto? Un seno que una mujer desnuda.

Objetus pectorum quiere decir, palabra por palabra, ἐϰВολή ϖ, desvelamiento de las mamas. El objectus es el gesto de este desvelamiento.

En el año 90, Tácito, legado, estaba en Germanía…Vio con sus ojos el orden en el que los soldados se disponían para la batalla. La página de Tácito que evoco es la siguiente:

<<Se cuenta que unas líneas de batalla que ya cedían y

perdían pie fueron restablecidas por unas mujeres: rogaban a los

combatientes desnudando sus pechos y aludiendo a su cautividad muy

próxima>> 

Al exhibir su pecho desnudo las mujeres de los germanos conjuraban a sus esposos o a sus hijos. Este desvelamiento tenía un valor imperativo que no hay modo de captar de forma segura. Según Gudeman, rogaban de este modo a los guerreros que las entregaran a la muerte antes que a la esclavitud. Según Müllenhoff, por la objeción de sus pechos, las mujeres recordaban a los hombres que en caso de derrota sus cuerpos dejarían de ser suyos. Las mujeres recuerdan que son la presa sexual de las batallas. Recordándolo y sacándose sus vestidos, ellas hacen el objeto que son.

Objectus viene de ob-jicere . Los senos son “arrojados ante” los hombres. El objeto es la parte de lo real que se pone por delante; está delante de los ojos como la presa; está colocado ante todos como el botín. El objectus pectorum, tiene un poder apremiante. Tácito dice que este gesto impúdico

tiene como efecto devolver al combate al guerrero que huye y restaurar la línea de batalla. Este movimiento de la mano de una mujer, lanza un conjuro cuyo sentido se ha perdido. Pero se sabe su objeto: es el objeto.

Pompeyo Trogo, en el primer libro de su Historia Universal relata la guerra de los medos de Astiages contra los persas de Ciro. Muestra a los persas retrocediendo paso a paso, cediendo.

<<Las madres y las mujeres de los

persas corren hacia ellos; les ruegan que vuelvan al combate. Viéndolos

dudar, remangan sus vestidos, tienden hacia ellos sus partes obscenas

preguntándoles si quieren refugiarse en el útero de sus madres y esposas>>;

Entonces los guerreros persas, como obligados por esa desnudez, dejan de huir, rehacen su línea, cargan y ponen en fuga a su vez a los guerreros de Astiages.

Plutarco da una interpretación más simple de la objeción. Las madres espartanas avergüenzan a sus hijos por su cobardía mostrándoles sus partes íntimas. Plutarco dice que se trata de un gesto injurioso: “al hacer este gesto les señalan que no son sino mujeres como ellas. También es una racionalización”

Juan Rulfo: (En una entrevista)_

“Bueno, los cristeros nacieron cuando se aplicó la constitución mexicana que debía haber un cura por cada diez mil habitantes, naturalmente que el pueblo se opuso, no, entonces los sacerdotes cerraron las iglesias, y dejaron el culto cerrado también. El pueblo protestó, primero con boicot de distinta forma, después se levantó en armas, tomó las armas para defender lo que llamaban ellos la santa causa de Dios, no. Y esa rebelión en realidad tiene un origen más bien matriarcal. El fenómeno curioso fue que las mujeres fueron las que hicieron la revolución cristera. Porque el decirle aun hermano, a un esposo o a un hijo no eres hombre si no te vas a pelear por Dios, por la causa de Dios, pues era una ofensa muy grande, no. Entonces se levantaron todos en armas.”

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“Yaxis”

“Ante la tendencia a coagular los conceptos de sujeto y objeto, nos interesó volver explorar los verbos de los que han partido: algunas raíces verbales se brindan para comentar las operaciones señaladas. 

Desde la que tejen los verbos impulsar, echar, arrojar, lanzar, en sus flexiones y torsiones temporales, más lo que van signando en los sujetos y objetos del verbo por las posiciones respecto a la acción, ensayamos recurrir a la yaxis del inconsciente (iacio/ ieci/ iactum. echar los cimientos, construir los fundamentos de algo; semina i., sembrar; alea iacta est, la suerte está echada; ancoras i., echar anclas; suspicionem i. arrojar sospechas; iacto; iactari in aliqua re, intervenir activamente en algo; iactari fluctibus, ser zarandeado por las olas; iacta res erat in contione, el asunto había sido discutido en una asamblea; iactus, acción de tirar o lanzar; se iactu dedit in oequor, de un salto se tiró al agua.)

Pudiera aportar a la exploración de la praxis analítica adoptar en algunas circunstancias lo subyáctico y lo obyáctico en correspondencia con las posiciones de discurso; tomar lo pulsional como momentos y posiciones de introyección, deyección, eyección, proyección, retroyección, en lo oral, anal, fálico, escópico o vocativo, son otras vías a ensayar”

“Enigmas del inconsciente” Ricardo Saiegh, Ed. “quantor ensayos” Madrid, 1995

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