Nació en Vietnam del sur, cerca de Saigón, la Indochina francesa, en 1914.
En 1932, con 18 años, se fue a vivir a París y allí falleció en 1996, de un cáncer de colon. Está enterrada en el cementerio de Montparnasse.
PADRE – Fue profesor de matemáticas, sobre cuestiones exponenciales, y murió cuando ella tenía 4 años.
MADRE – Fue institutriz. En una entrevista, Marguerite dice: “mi madre es mi vida durante casi 20 años”. El desamor maternal le acompañó toda su vida y contribuyó a que Duras haya sido un personaje muy polémico.
Tuvo una infancia con muy pocos recursos y muchas dificultades. Ella lo describe con estas palabras: “fue una infancia muy pobre, muy dura”… “Mi madre no podía ocuparse de nosotros”… “yo iba con mi hermano menor a cazar tigres, panteras, cocodrilos”. Esta infancia marcó su vida e inspiró muchas de sus novelas.
A los 18 años, en Francia, empezó estudiando Matemáticas, después Derecho y Ciencias Políticas. Y nos aclara: “tuve la suerte de nunca estudiar literatura”.
Escribe unos 40 libros, 12 piezas de teatro y 18 guiones de cine. Después pasa a ser directora de películas: “Es más fácil dirigir que escribir”, dirá en algún momento.
Tuvo múltiples reconocimientos, entre otros el Premio Goncourt 1984 y el Premio de teatro de la Academia francesa 1983.
Durante la 2ª Guerra Mundial estuvo en la resistencia junto a su primer marido.
Militó en el Partido comunista del que fue expulsada en 1955.
Tuvo dos parejas y tuvo un hijo con cada una de ellas. El primer hijo murió siendo niño. Con el segundo estuvo muy unida.
Participó en Mayo del 68, “acontecimiento que me cambió más que nada en toda mi vida”. “Hasta Mayo del 68 escribía todos los días con esfuerzo, como decían los hombres que había que hacerlo. Después, decidí que sólo escribiría cuando tuviera ganas”.
Con el paso del tiempo, se fue volviendo una persona muy escéptica “ya no creemos en nada, pero eso no es malo. Es cuestión de rendirse a la evidencia. Ya todo es un asunto de poder”. Sus temas son el dolor, la angustia, la soledad. C´est tout, (Esto es todo), de 1995, es su último texto.
En 1964, con 50 años, escribió EL ARREBATO DE LOL VALERIE STEIN, de la que nos van a ir hablando varios de los participantes de Relatos y Retazos, y que marcará un giro en la escritura de Duras. Escribió esta novela en su casa de Neauphle. Casa que compró con los derechos cinematográficos de su libro Un dique contra el Pacífico. Duras dijo que “esa casa me consoló de todas las penas de mi infancia. Entendí que había hecho algo para mí sola y para mi hijo por primera vez en la vida”. “La felicidad de mi hijo es la mía”. Esa casa fue “como un volcán que me llevó a escribir”.
En su obra Escribir, de 1993, Duras habla del origen de su libro El arrebato de Lol. En ese momento de su vida tenía una profunda crisis debido al término de una relación amorosa. Las peleas con su amante la abocaban a situaciones muy destructivas y a una profunda crisis/depresión. El alcohol formaba parte de su vida cotidiana: “He vivido sola con el alcohol durante veranos enteros en Neauphle. La gente venía los fines de semana y durante la semana estaba sola en la gran casa. Allí el alcohol adquirió todo su sentido. El alcohol hace resonar la soledad y termina por hacer que se lo prefiera a cualquier otra cosa. Vivir con el alcohol es vivir con la muerte al alcance de la mano. Beber no es obligatoriamente querer morir, no. Pero, uno no puede beber sin pensar que se mata. El alcohol sustituye al acontecimiento del goce, pero no ocupa su lugar”. “La locura también es la muerte”.
Duras se preguntó muchas veces por qué escribía y fue dando diversas contestaciones: “escribir ha sido lo único que llenaba mi vida y la hechizaba, lo único que me separaba de la locura”, “Escribir es conseguir salir de ti mismo y, a la vez, hablar de uno mismo”. “Yo hablo de mí misma, y al hablar de mí, hablo de todos”. “La escritura nunca me ha abandonado”. “La escritura es lo desconocido”.
También habla mucho de LA SOLEDAD. La soledad del escribir, la soledad del autor. “La soledad significa: o la muerte o el libro”. Y añade algo muy bonito: “la soledad no se encuentra, se hace. Se hace sola, yo la hice”. Esto me ha recordado a su coetánea Simone de Beauvoir que decía que “la mujer no nace sino que se hace”.
Lacan, en 1965, hace un homenaje a Duras por esta obra y dice que la autora transmite algo de su propio arrebato. Lacan la ve como una figura herida, exiliada de las cosas de la vida, que uno no se atreve a tocar y que a mí me evoca la figura del Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini.
Escritora combativa, nos regala una visión arriesgada y profunda de su sentir como mujer intelectual, emancipada e insumisa.
Terminaré con estas emotivas frases de Duras: “La escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida”.
Estamos preparados para pasar una buena temporada leyendo a Duras y compartiendo nuestras reflexiones sobre sus textos.
Bibliografía
De Beauvoir, Simone, El segundo sexo, Ediciones siglo XX, Buenos Aires, 1968.
Duras, Marguerite, Le ravissement de Lol V. Stein, Folio, Barcelona, 2014.
Duras, Marguerite, Escribir, Tusquets, Barcelona, 2022.
Lacan, Jacques, Otros escritos, Homenaje a Marguerite Duras por el arrobamiento de Lol V. Stein, 1965, Paidós, Buenos Aires, 2012.
